Dave Spaulding, Kyle Defoor, Kyle Lamb (el creador de la barricada Vtac), Larry Vickers, Tom Givens, James Yeager (muy polémico cuando vivía), Rob Pincus (más polemico todavía), Ken Hackathorn y básicamente todos los instructores defensivos que sigues en Instagram dicen lo mismo de maneras
diferentes:
Los fundamentos de tiro son esenciales.
Administrar el uso de las miras es importante.
El manejo del disparador es vital.
¿Entonces por qué seguimos pensando o algunos siguen diciendo que los fundamentos de tiro no sirven en una situación defensiva o que la precisión no importan cuando te defiendes?
Hace algunos años asistí a dos grandes cursos de tiro defensivo -uno de pistola y otro de carabina nocturna- con uno de los instructores de Pat Rogers, un Ranger retirado con 20+ años de servicio y 10 tours en Irak y Afganistán y otros lugares más. Durante la práctica de tiro del curso de carabina, me dejó frío con uno de sus comentarios mientras veía que disparaba con lógica de IDPA/ISPC (donde cayeran los impactos siempre que estuvieran en alfa):
“Deja de perder el tiempo repartiendo disparos en toda la silueta, estás impactando el blanco, pero no como debes hacerlo; no tienes tiempo de fallar, quiero que metas todo lo que disparas en el mismo lugar tan rápido como puedas. Si fallas rápido te vas a morir rápido. ¡APLICA TUS MALDITOS FUNDAMENTOS, RÁPIDO!
Mientras él se daba la vuelta para atender a otros tiradores, me quedé pensado sobre lo que me había dicho y sobre quien me lo dijo: un individuo que en la vida se ha parado en una competencia, que usa armas para defenderse -y que lo ha hecho sabrá Dios cuántas veces- me está diciendo que la precisión es indispensable para salva la vida. Bomba mental.
Ajusté mis fundamentos con velocidad, mi técnica y terminé disparando muy preciso a la misma velocidad a la que lo hacía antes con grupos más abiertos y con menos fundamentos.
Con mis grupos más rápidos y precisos llegó también un reajuste de creencias, paradigmas y rompimiento de mitos debido a que muchos de los tiradores y los instructores defensivos desprecian de forma continua los fundamentos de tiro como una aplicación que les estorba para hacer lo que aparentemente importa -disparar rápido- con la esperanza de que algo pegue y que el sólo ruido de los disparos espante al atacante. Me parece, y no solo a mí, que dejarle tu vida a la esperanza de que quien te ataca se espante por el sólo ruido de disparares un apuesta bastante peligrosa:
Ser preciso y muy rápido es posible si tienes la voluntad y un instructor competente. Si en tus cursos te encuentras con alguien que te diga “donde pegue vale, o al menos le pegaste en un dedo cuando le disparaste al pecho y algo le vas a hacer”, deja esa clase y corre para el otro lado. No se requiere de mucho talento, sino de instrucción adecuada y mente abierta por parte del tirador.
Todo lo que fallas en una situación defensiva impacta en otro lado. No quieres enterarte que uno de tus disparos fallados impactó en el cuerpo de una niña de 8 años que estaba a 250 metros. Recuerda que eres responsable de todas las ojivas que salen por la boca del cañón de tu pistola, sin pretextos ni justificación.
En el tiro defensivo todo es urgente, por eso debes entrenar como pegar de forma efectiva -sin fallar lo más rápido posible, pero recuerda que fallar rápido no te hace ningún favor, no confíes en que el sólo ruido del disparo va a detener a tu atacante y que puedes lastimar a alguien que no tienen nada que ver en tu situación.
Ya sé que el campo de tiro no es lo mismo que una situación real, pero es el lugar que tienes par entrenar tus habilidades físicas y mentales de respuesta rápida ante una situación defensiva, aprovéchalo de la mejor manera.
Sigue entrenando
Cristian.
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